domingo, 21 de julio de 2024

la enunciación interrogativa

 

Hace mucho que me interesa la televisión, desde que soy pequeño supongo. Esta tarde estuvo hablando por Intrusos Pepe Cibrian, me entero por youtube. Fue un móvil a la vieja usanza donde Pepe se refirió a una polémica reciente tenida entre su imagen y un programa de streaming de Olga. Algo analfabetos del lenguaje en que se inscriben, los conductores y panelistas de ese programa radial simularon las palabras que Pepe Cibrian, impoluto, dijo sentadito enfrente a Susana sobre la plataforma en que ella misma ingresaba al estudio, simulando un íntimo, durante las vigilias por el debate parlamentario de la ley de matrimonio igualitario.

En el streaming el hijo de Adrián Suar y Araceli González -fíjense qué televisivo es internet- imitaba el tono de Pepe diciéndole a Susana en actuada suplica que el otro día había sabido (¡por televisión!) de una nena que ofrecía sexo a cambio de dinero, una niña de ocho años, a la que, extrapolando la situación, Pepe pensaba si no sería esa nena la que no nos estaban dejando legalmente adoptar. Santiago y yo podemos hacernos cargo de ella, entonces yo te pregunto a vos Susana qué preferís, calle o pepe, qué preferís, calle o pepe... La pregunta tuvo la eficacia de un emblema, no solo porque Pepe sabe qué significa decir una letra sino también porque supo dónde instalarse para decirla. La pregunta era tan importante por la nena de la que partía cómo por la estrella a la que estaba dirigida. Con esa pregunta, Pepe Cibrián atravesaba toda la televisión para inquerir directamente a Susana en nombre de toda su discursividad. En su interrogante también eran importantes los elementos gráficos dados por toda la escena, desde la prostitución de aquella niña al viejo marica que revestido de alhajas se nombraba a sí mismo y su pareja como posibilidades de otra circulación del deseo. Calle o Pepe volvía a poner en escena toda la sexualidad desparramada para preguntarle a una de las mujeres más normativistas de la pantalla qué hacer, cómo realizar otro orden posible.

La pregunta era importante no solo como arrinconamiento teórico -en la mesa de Mirtha, Pepe la repitió con mismo éxito e incontestabilidad-, sino como rajadura que permitiese ver la necesidad de otro régimen para los cuerpos, otros futuros, otras formas. En el stream de Olga recuerdan aquello pero usando un tono que vuelvo a verlo y no alcanza a encontrar en esa pantalla, en esa superficie aquellas potencialidades de ese evento televisivo sino apenas sus cáscaras. Como si no pudiesen terminar de ver el peso específico que la escena tuvo. Si bien son ellos quienes la traen a flote desde el archivo, su tratamiento en la superficie es escaso frente al que la pantalla de Intrusos consigue darle. Sus risas no dejan ver que haya nada detrás, como las que hace pocos días en un programa de Neura asistían quizás con aparente repudio al chiste de un oyente acerca de su sobrina, los tres años, el cáncer y coger. Era la palabra, era el tono, de un oyente.

Calle o Pepe tenía consigo la búsqueda de otro tono compartido, otros oyentes, otras interpelaciones. El idioma que nos propuso -el idioma que nos propone- la televisión como forma de comunidad era mucho más denso que el que nos proponen algunos streams colectivos que intentan imitar la televisión de forma desleída, tan desleída como Toto tratando de hacer de Pepe y Noe de Susana. No les da la altura.

Benedict Anderson supo enseñarnos cómo la prensa fue necesaria para el acto imaginario de constitución de nuestras naciones hace siglo y medio atrás. En algún momento la televisión debe haber sostenido dentro nuestro sus propias comunidades imaginadas -y la última edición de GH Argentina en cierto modo habla de la permanencia intermitente de esa comunidad. Los streams quizás no propongan una comunidad imaginada, o la proponen de forma descolocada, sin territorios ni tiempos. Aunque si con un archivo común, el de la tele, cuya interpretación hoy Pepe y Flor de la V salieron a discutirles y ganarles. No es menor que la merma de esas imaginaciones comunitarias y nacionales suceda a la par del ascenso de una derecha argentina que, a diferencia de la europea, se caracteriza por un tono específico, el antinacional. No es metáfora sino literalidad cuando recuerdo que hace catorce años, Susana respondió Pepe  y Cinthia Hotton calle.


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Hablando en su descargo Pepe menciona para empezar a su madre, Ana María Campoy, la guerra civil española, Lola Membrives y el Senado de la Nación... Hay genealogías y hay linajes, además de archivo... También Pepe lee el presente en su descargo de una forma rápida y eficiente que no está, justamente, presente en el stream: "(...) como le pasa a este chico que está por supuesto y gracias a dios buscado para salvarle la vida o ver dónde está su cuerpo. ¿O creen que esto pasa ahora? ¿O de golpe no sabemos la sociedad que hay decenas y decenas de niños todos los días han sido raptados, corruptos y sacados para venderlos a matrimonios que no tienen hijos o para los órganos? ¿Ustedes también se van a reir? ¿Por qué no se rien del chico? ¿Por qué no se rien del chico en cámara?" Al parecer Pepe no olvidó en estos años cómo hacer buenas preguntas. A todo esto, los panelistas en Intrusos quieren devolver a los streamers del caso a su posición ideológica, pero Pepe va un poco más allá señalando cómo las formas son ideológicas.


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