¿Adonde voy? No sé si llegue
pero voy.
anduve recogiendo piedritas
a ver si alguna me decía, por fin,
que hallé oro y me volví rico y…
¿Qué vas a hacer ahora?
Y basta ya de esperanzas muertas,
ahora me dedico a escarbar en el papel
a ver si encuentro la palabra esa
que huye y se esconde,
se me atraganta en la mano
y justo antes de decirla
termina en nada.
Me pasa como allá en la montaña
cuando dormía a cielo abierto
y las estrellas cuchicheaban entre ellas:
Pobrecito,
dejará de buscar cuando se muera.
en Sobrevenir (2013)
La transmutación del oro
Dormitaba en la plaza acurrucado
en un banco hacía frío había ido
a no sé qué.
El caso es estaba y de pronto
me alza un cóndor en alas y me lleva
a la Cordillera de los Andes.
Ahí vi contras las rocas florcitas amarillas
y ellas me reconocieron;
entonces les pasé la mano por encima,
suavemente
como cuando se acaricia un gato.
Estremecidas por el viento
me devolvieron el cariño arqueando el lomo,
apretándose a mi mano. Les digo
que hasta llegaron a runrunear.
Esto es más hermoso
que mi quimera del oro en esa Cordillera.
en Elucidario (1992)
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